
Este 31 de mayo se celebra el Día Nacional de la Cerveza. En esta fecha, se reconoce el famoso sabor de esta bebida.
Cabe destacar que existe un Día Internacional de la Cerveza y se celebra el primer viernes de agosto. En Argentina, se designó el 31 de mayo, pero se desconocen las razones auténticas de por qué festejamos a la cerveza.
Cerveza y economía
De las cervecerías y malterías a las birrerías artesanales, radiografía de una de las bebidas paradigmáticas del país, en el Día Mundial de la Cerveza.
Hoy 207 ciudades de 50 países –incluida la Argentina– se unen para celebrar el Día Mundial de la Cerveza. La iniciativa surgió en el año 2007 cuando un grupo de amigos en California, Estados Unidos, eligió el primer viernes de agosto como fecha para homenajear a una de las bebidas más populares y, con 5.000 años de existencia, una de las más antiguas del planeta.
Superando el paso del tiempo, esta bebida ha logrado reinventarse a través de los años para no perder vigencia. De hecho, en el país –y especialmente desde el fenómeno masivo de las birrerías– en 2017 los argentinos consumieron un promedio de 42 litros anuales per cápita (18 millones de hectolitros a nivel nacional), un litro más que en 2016. Sin dudas, la diversificación de estilos y variedades, y la ampliación de las ocasiones de consumo, repercutieron en este boom cervecero.
Este incremento en los niveles de consumo se corresponde también con una sofisticación del paladar nacional. En gran parte debido a la producción de cervezas artesanales, los consumidores están cada vez más dispuestos a conocer sobre las distintas variedades –más allá del clásico rubia o negra–, factor que incide al momento de la compra, donde el precio ya no es el único elemento de la ecuación, sino que comienzan a incidir otros aspectos como el sabor y la composición de la cerveza.
La tradición cervecera en la Argentina se remonta al año 1742, cuando abrió sus puertas el primer antecesor de las birrerías, en el barrio de Retiro. Ya a mediados del siglo XIX, el mapa se consolidó con la llegada de nuevos players como Otto Bemberg y Emilio Bieckert. Actualmente, es un aliado esencial no sólo de las noches argentinas, sino de la economía: a nivel empleo, la industria cervecera es responsable de 8.500 trabajadores directos, distribuidos alrededor de 9 cervecerías y 6 malterías, y más de 127.500 indirectos que se integran a la cadena de valor, desde sectores como logística, distribución y en las oficinas de ventas, hasta en la producción de cebada, lúpulo, maíz en el campo. Además, el 80% del empleo se distribuye en el interior, mientras que el 20% se concentra en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Por otro lado, el sector impacta directamente en la economía nacional, ya que sus ingredientes (malta, lúpulo, levadura y agua, y otros cereales cerveceros como el maíz) son producidos en un 90% en territorio argentino, convirtiéndose así es una palanca fundamental de las economías regionales.
Según Alejandro Berlingeri, Director Ejecutivo de la Cámara de Cerveceros Argentinos: “La industria cervecera tiene inversiones comprometidas de más de 1.800 millones de dólares para el 2020, y ya ha concretado más de un 40% de dicho objetivo. En este sentido, se trata de una enorme cadena de valor que involucra productores, distribuidores, Pymes y otros actores que cada día ponen lo mejor de sí para lograr un producto de calidad”.